Aún existen diferencias, pero el poder lo tenemos las mujeres

El poder de provocar cambios en la sociedad y las empresas lo tienen las mujeres, considera Elizabeth Molina, matriarca tras Audio Video Gurús, empresa dedicada al diseño e instalación de sistemas inteligentes.

Para la empresaria, ellas, a través de su capacidad, intelecto y trabajo tienen herramientas para sobresalir en las empresas y en sus comunidades, y lograr un cambio, pues hoy a pesar de la preparación, existen diferencias salariales y en puestos respecto de los hombres.

Sin embargo, el proceso debe priorizar el respeto y el trabajo en equipo, así como dejar de lado la segmentación o los estereotipos. “Hay diferencias, pero las hemos ido marcando también nosotras, y el poder lo tenemos las mujeres, mal entendido, porque perdimos el norte, no hemos hecho partícipes a los hombres del panorama actual”, dijo Molina.

Esos valores e integración de hombres y mujeres los ha impregnado en la empresa de la cual es partícipe en las áreas financieras y de servicio al cliente,  porque cree que están por encima del sexo.

LA REPÚBLICA conversó con ella para conocer sobre su entorno y su visión.

¿Cuál es su participación en la empresa?

Estoy atenta a todo, desde el departamento contable, servicio al cliente hasta  reunir a la familia para almorzar.

He estado desde el principio, yo le dije a mi hijo que lo apoyaría a fundar la empresa, tenía experiencia pues trabajé en un reconocido bufete de abogados.

¿Bajo qué principios se rige y rige la compañía?
Hay que ser solidarios, honrados a carta cabal, cuando te ven y cuando no;  decir la verdad siempre es lo más importante.

Si usted quiere ser exitosa en esta vida, no mienta, diga siempre la verdad, por fea que sea.

¿Cuál es la vía para que las mujeres logren la igualdad tanto en la profesión como en su diario vivir?

Las mujeres hemos perdido el norte porque nos hemos abalanzado sobre los hombres, creyendo que son malos pero no es así, yo crie a cinco buenos ciudadanos costarricenses.

Hay diferencias, sí; pero las hemos ido marcando nosotras, el poder lo tenemos las mujeres. Es cierto, las mujeres somos profesionales, ganamos menos que los hombres, pero yo compito con ellos en capacidad, intelecto y trabajo, en nada más; eso es lo que deben entender nuestra juventud y nuestras mujeres.