Sistemas de seguridad integral: ¿Cómo gestionan los aforos en los centros educativos?

El regreso a clases ha puesto de relieve la importancia de los sistemas de seguridad integral.
Después de dos años recibiendo enseñanza de forma virtual, más de doscientos mil escolares  volvieron a las aulas. Ello puso de manifiesto la importancia de los sistemas de seguridad integral a la hora de gestionar el control de los aforos en los centros educativos.

Al respecto, Adrián Kikut, gerente de Audio Video Gurús, ha observado que los centros educativos tienen grandes responsabilidades en garantizar la seguridad de las instalaciones. Y también la bioseguridad de estudiantes, profesores y personal administrativo en su regreso a las clases.

Según los estudios, una de las claves para controlar la propagación de la COVID-19 es reducir el tiempo que las personas pasan en contacto cercano en espacios cerrados. Para ello, es esencial conocer la capacidad máxima permitida en un recinto. A continuación, saber exactamente cuántas personas hay en un lugar en todo momento. Y, finalmente, impedir que el aforo llegue a su límite.

En este sentido, Kikut observa que “dado que los sistemas de seguridad física ya están ayudando a los colegios y universidades a realizar un seguimiento de quién está en sus instalaciones, hay que pensar en otras formas de controlar los aforos. Por ejemplo, agregar analíticas a un sistema de videovigilancia existente permite gestionar la ocupación de los espacios de forma efectiva”.

En materia de sistemas de seguridad integral, Genetec Security Center es una herramienta que contempla gestión de video, control de acceso, reconocimiento de placas vehiculares, detección de intrusos, etc., desde una única plataforma.

Para contar las personas que acceden a un espacio cerrado, las cámaras de videovigilancia realizan un conteo efectivo cuando apuntan en la dirección correcta. Con los datos recopilados por las cámaras, las analíticas de vídeo rastrean la ocupación en tiempo real. Y, posteriormente, envían alertas, de forma automática, cuando las diferentes áreas del centro de enseñanza alcanzan su capacidad máxima.
Y la gestión de la ocupación se puede mejorar todavía más en caso de unificar la videovigilancia y las analíticas de vídeo con los sistemas de control de acceso. Así, las instituciones educativas pueden utilizar estos últimos para controlar automáticamente la cantidad de personas en un área al establecer horarios para todos los miembros de la comunidad. De esta manera, se les pueden asignar horarios específicos al personal y los estudiantes para ingresar a los diferentes espacios de las instalaciones.

Sobre las ventajas de los sistemas de control de acceso, sus datos facilitan saber cuándo y dónde han estado los profesores, los estudiantes y el personal. De este modo, es posible determinar qué personas estuvieron en un mismo espacio y durante cuánto tiempo. Y con dicha información, el sistema puede notificar a quien haya estado expuesto al virus que debe verificar si tiene algún síntoma, hacerse un test o ponerse en cuarentena.

Respecto a los beneficios que ofrecen los sistemas de seguridad integral en los centros educativos, Adrián Kikut explica que “las instituciones pueden utilizar la gestión de la ocupación para tomar decisiones basadas en datos que mantengan segura a su comunidad. Ya sea para resolver desafíos asociados a intrusiones o elaborar informes de asistencia a eventos, las tecnologías que se emplean para mitigar la propagación de la COVID-19 ayudarán a proteger aún más sus instalaciones en el futuro”.

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