Alta fidelidad: diccionario básico de HI-FI

La alta fidelidad es un mundo intrincado que, como tantos otros, cuenta con su propia jerga. ¿Cansado(a) de no entender nada en tan proceloso campo? Ponte a prueba. ¿Entiendes esta frase con la que describen un producto en la tienda especializada Supersonido?: El “servidor Melco HA-N1Z/2 con HDD de 6Tb +.

Otto Kikut nos ofrece una pequeña clase de los sistemas de Audio:

Dave es un altamente avanzado DAC de referencia, preamplificador digital y amplificador de auriculares”.
Si tu cabeza no ha procesado nada, debes empezar por conocer algunos conceptos básicos de alta fidelidad, de esos que no se encuentran en el diccionario de la RAE. Para no perderte, ten siempre a mano este diccionario para principiantes:
Aparato de alta fidelidad que transforma las señales eléctricas que emite un equipo (amplificador, receptor de radio, televisor…) en frecuencias de sonido que el oído humano puede captar.
Consiste en una caja acústica con un electroimán dentro que hace vibrar una membrana que resuena en la caja y genera el sonido. Los hay de muchos tipos: de pie (torres), de estantería, satélites (envolventes o surround), autoamplificados (o alimentados, que no requieren de una conexión a un amplificador o receptor AV)…
El oído humano puede escuchar un rango de frecuencias de ondas de sonido de entre 20 Hz y 20 kHz (20.000 Hz). Según esto, tendremos:
Altavoces de graves (woofers), que producen sonidos de bajas frecuencias, normalmente entre 40 Hz y 1.000 Hz.
Altavoces de medios (squawkers), que reproducen los sonidos medios (entre 256 Hz y 2.000 Hz).
Altavoces de agudos (tweeters), especializados en frecuencias altas.

Fundamental para escuchar guitarras eléctricas y bajos, puesto que carecen de caja de resonancia propia. Los televisores, los portátiles y las radios suelen incorporar sus propios amplificadores. Los más comunes son los electrónicos.

Hablamos de compresión de datos. El nombre viene de codificar y decodificar. Se trata de un programa o hardware que codifica y comprime los datos digitales de un archivo de vídeo o audio para que sea más rápida su transferencia u ocupe menos espacio. Cuando se reproduce o se edita ese archivo, se descomprime.
Básicamente hay tres categorías de codec:
Sin comprimir. Ofrecen una calidad alta, aunque ocupan mucho. Los más habituales son WAV, AIFF y DSD.
Con pérdida. Lo que se pierde es información al comprimir el audio y reducir el tamaño del archivo. Te sonarán los MP3, WMA (Windows Media Audio, también existente con formato sin pérdida) y AAC (del inglés Advanced Audio Coding).
Sin pérdida. Retienen toda la información contenida en la transmisión original, preservando la calidad de la señal de audio o vídeo. Aquí encontramos dos: FLAC: de código abierto, con él se puede reducir el audio digital entre un 50% y un 60% de su tamaño original: y ALAC.

Siglas de Digital to Analogue Converter, esto es, un conversor que transforma la señal digital en analógica, pues el sonido digital debe ser convertido en electricidad para que los altavoces lo traduzcan en ondas y nuestro oído pueda captarlas.

Cualquier aparato que nos permita escuchar música desde una fuente digital (un teléfono móvil, un lector de DVD, una tableta…) incorpora un DAC de una u otra forma. Por lo tanto, solo es necesario adquirir un DAC cuando lo que se quiere obtener es un sonido de mayor calidad.

Este dispositivo, que responde a Network Attached Storage, es una unidad de almacenamiento conectada a la redque permite recuperar los datos en un punto centralizado para usuarios autorizados y múltiples. Se conecta al rúter inalámbrico y permite que cualquier persona conectada a la red pueda acceder a los archivos y compartirlos desde una ubicación central. Es como tener una nube privada.
Así, no tienes que encender el ordenador en el que está almacenada tu música para escucharla, pues el NAS siempre está conectado para que puedas acceder a ella desde una aplicación.

El receptor de audio y vídeo es un dispositivo que descodifica la señal de audio digital y la convierte en señales analógicas amplificadas que salen por los altavoces. A él se conectan todos los demás dispositivos, como pantalla de televisión, DVD, proyector, altavoces, etcétera para brindar un sonido (e imagen) de alta calidad.

Es un reproductor de alta fidelidad en red que reproduce archivos de audio que no están físicamente ahí, sino que se encuentran a distancia. ¿Te dice algo Spotify? Pues hay más: YouTube Music, Deezer, Apple Music, Amazon Primer Music y Tidal, para oídos más finos y exigentes.

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